Allá que fuimos con toda nuestra ilusión a celebrar por todo lo alto la pre-nochevieja. Kit completo "Las mil y una noches". Con ese nombre parecía que nada podía salir mal, pero al final resultó ser que casi nada salió bien. El kit consiste en un baño en las ¿termas? en fin... Un masaje ¿relajante? en fin al cuadrado... Y lacena con ¿espectáculo? en su restaurante. Vayamos por partes.
Respecto al baño, antes de bajar a la zona "acuática", esperas una inmensa cola y escuchas una charla de "bienvenida" (no desvelo la sorpresa) para aquellos que sea su primera visita (lo ideal cuando vas a un sitio a relajarte), te dan una toalla, las pulseritas que tienes que llevar en la muñeca o brazo todo el rato y te insisten en la importancia de guardar silencio durante todo el baño avisando de que quien moleste puede ser invitado a salir. Luego has de despojarte de tus pertenencias en los vestuarios, bastante pequeños cuando se mete toda la clientela del turno a la vez y con los wc's algo sucios para ser el sitio que es, y dejarlos en una de las taquillas que funcionan con moneda de euro, que si no llevas te jodes y lo buscas, con lo fácil que sería darte de paso, con todo lo inicial, una fichita de taquilla y no andar volviendo loco a nadie. Ya, para empezar, con el tema de las moneditas, bajamos más tarde, por supuesto, descalzos, porque no se puede bajar en chanclas, ahí cojas lo que quieras...
Respecto al baño, antes de bajar a la zona "acuática", esperas una inmensa cola y escuchas una charla de "bienvenida" (no desvelo la sorpresa) para aquellos que sea su primera visita (lo ideal cuando vas a un sitio a relajarte), te dan una toalla, las pulseritas que tienes que llevar en la muñeca o brazo todo el rato y te insisten en la importancia de guardar silencio durante todo el baño avisando de que quien moleste puede ser invitado a salir. Luego has de despojarte de tus pertenencias en los vestuarios, bastante pequeños cuando se mete toda la clientela del turno a la vez y con los wc's algo sucios para ser el sitio que es, y dejarlos en una de las taquillas que funcionan con moneda de euro, que si no llevas te jodes y lo buscas, con lo fácil que sería darte de paso, con todo lo inicial, una fichita de taquilla y no andar volviendo loco a nadie. Ya, para empezar, con el tema de las moneditas, bajamos más tarde, por supuesto, descalzos, porque no se puede bajar en chanclas, ahí cojas lo que quieras...

Pasado todo esto, nos reclaman para el masaje, que es bien distinto según te lo dé una u otra, y porque no contrastamos más opiniones, que si no seguro que salen más posibilidades. A mí me preguntaron si quería espalda, piernas o ambos; a Isaac directamente le tumbaron y se lo dieron solamente en la espalda. Menos mal que estábamos "en confianza", porque me tuve que despelotar allí mismo (un bañador deportivo no es lo más recomendable a llevar puesto para recibir un masaje, con lo cual te lo tienes que quitar de arriba), y lo pongo entre comillas porque sí, estaba Isaac, pero también estaban otras tres tipas de allí. Pudores fuera, empieza el masaje, la verdad es que se puede decir que fue lo mejor del kit, pero aun así, salí de allí con el pelo bañado en aceite (masaje de espalda y piernas no es cabeza y pelo, pero en fin... Igual le molé a la mujer, ¡nunca se sabe! XDD). Lo que está claro es que mi masaje y el de Isaac no tuvieron nada que ver y, como consejo, si a pesar de todo vais a perder dinero allí, huid de la muchacha de pelo corto de la sala de masajes de abajo, quedaos con eso.
Sal de ahí, con la misma toalla llena de agua y aceite, y vete al vestuario a secarte. Cuando llegué, ya llevaba allí la gente un rato y estaba todo empañado, el ambiente húmedo y el suelo mojado. Los secadores no valen ni para tirarles piedras y los espejos son de lo peor que he visto.
Acabada la aventura en la zona ¿¿¿de relax??? Intentamos dirigirnos hacia el restaurante, para lo cual tienes que pasar el mogollón de gente de la puerta que espera para entrar en el siguiente turno y salir a la calle. Sí, a la calle y con el pelo mojado en pleno mes de diciembre, porque aunque lo intenté secar, hasta pasado año nuevo no habría conseguido nada.

El tiempo que nos tuvieron esperando entre el primer y el segundo plato fue bestial, y el pan de pita más pasado que ellos. Luego, el "espectáculo", en el que una niña que no debía pasar los 19 años de edad, tirando por lo alto, hizo algo que nos quisieron meter como danza del vientre que no era eso ni de coña, pero quedaba bien con los golpes de la música, música que si ya estaba alta antes, eso ya era insostenible. Eso sí, muy risueña ella.
El segundo plato, pollo con limones, limones que pretendían que nos comiéramos, en fin... hay gente para todo, no es nuestro caso, eso sí, abultaban en el plato que daba gusto, ¡parecía que había algo y todo! Y, por último, los postres, y encima con vacile. Con la ridiculez que traía el camarero, cogí el plato y lo iba a poner hacia mí, pensando que habría otro para Isaac, cuando veo que recoloca el plato en el centro para que compartiéramos. Mmmm... ridículo. Eso sí, acompañando, un té que sí era aceptable, será porque no saldría de la misma fuente que el de la zona de descanso...
Y después de todo esto que habéis leído, decir que el pago hubo que efectuarlo por adelantado y que tienes que pagarlo al menos tres días antes de la fecha de la visita, que tienes que reservar con mínimo un par de semanas de antelación si quieres ir en domingo (día del kit) y que te van a tratar de tú en todo momento.